VALORES

domingo, 28 de junio de 2009

SEGUIMOS PENSANDO EN VALORES

Sobre la formación ética y ciudadana
Valores, Cultura, Moral y Ciudadanía son algunos de los términos que forman parte de esta reflexión en la que la Lic. Mabel Del Giúdice nos propone pensar en los valores sociales, haciendo referencia a cómo la escuela puede contribuir a la coexistencia de la pluralidad en una sociedad democrática y a promover ciudadanía y así acompañar a la familia en el discernimiento de posturas partidarias. Un texto para padres y docentes.
El tema de los valores convoca a seguir pensando, no es fácil establecer "líneas de análisis", tal vez sea más fácil pensar en "vectores" que establecen posibles guías para la conducta. La idea de vector da lugar a revisar los sistemas de referencia dados por el contexto siendo esto adecuado para la reflexión sobre valores, porque como ya hemos expresado en una nota anterior, los principios individuales surgidos de la participación en la familia también están sostenidos en principios culturales y sociales, cada cultura propondrá los contenidos que le otorgan identidad y poder.La escuela como promotora de ciudadanía ofrece distintos modelos para la inclusión de las personas y para la revisión de los valores individuales y sociales. La educación moral -Puig Rovira (1)- puede definirse desde:
la socialización, otorgando relevancia a los sistemas de valoración vigentes en la sociedad, estableciendo normas y promoviendo la voluntad
en la clarificación de valores, que apunta al discernimiento personal y metarreflexivo de lo que está bien y de lo que está mal como guía de la conducta
la educación como desarrollo atendiendo a los cambios en el proceso de desarrollo de las personas que vinculan los progresos cognitivos con las conductas "virtuosas"
la construcción de la personalidad moral, se trata de ubicar pautas sociales, horizontes normativos deseables y guías de valores que adapten al sujeto a la sociedad, la finalidad es la convivencia armoniosa entre personas.Las posiciones mencionadas deben ser revisadas en cada institución y definidas por su propio proyecto educativo, pero considerando que adoptar un "sistema de referencia" implica siempre la relación con otros dentro de una posición dinámica e interactiva, donde es necesario incluir que existen normas que deberán modificarse consuetudinariamente. La educación, como práctica social, es un campo de cambios, de mediaciones de distintas posiciones acerca de la historia, del deseo, de la ley, del poder. La educación, como práctica de enseñanza, tiene que contemplar su función en la formación de valores preparando a los alumnos como miembros de pleno de derecho en el ejercicio de la ciudadanía.El ejercicio de la ciudadanía fortalece la concepción democrática de la acción de gobierno, se sostiene en políticas de libertad y de igualdad, que implica al individuo en sus derechos y obligaciones en pos de asumir conductas promotoras de beneficios sociales. Además, la concepción de ciudadanía remite a la universalidad de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Lo antes expresado muestra la relación entre el sujeto individual y el sujeto social o colectivo, entre derechos individuales y derechos sociales; en ocasiones estas posiciones entran en conflicto, porque lo personal no coincide con los intereses colectivos. Este debate posible puede presentarse como alternativa de educación donde la acción pedagógica contemple la revisión de dilemas o conflictos morales que incluyan distintas valoraciones y puntos de vistas que remitan a diferentes soluciones. La aceptación de la diversidad de juicios y opiniones es importante para la formación del espíritu democrático, pero también hay que resaltar que las soluciones visualizadas siempre estén enmarcadas en la ley, el cumplimiento de la norma y la defensa por la vida sin exclusiones de personas. Este último aspecto puede desarrollarse a partir de comprender la realidad social en que cada uno vive, fortalecer la identidad propia de cada territorio rescatando la historia social y política de la nación, las costumbres y hasta los mitos constitutivos y explicativos de las relaciones humanas en una región, en un territorio.¿Cómo promover el respeto por el discernimiento de puntos de vistas? Es necesario crear situaciones de reflexión y toma de posición en distintos niveles de enseñanza. No hay que olvidar que las propuestas deben ser comunicadas a los padres, describiendo el dispositivo de enseñanza con cuidado y expresando que es un modo de colaborar con la formación de valores que ellos brindan en la casa.
Las situaciones que se presentan a continuación son posibles de abordar en discusiones en la escuela. Los alumnos irán expresando sus ideas, reflejando así posiciones familiares, estos intercambios serán regulados por el docente.

Primer ciclo: ¿cuáles son las calles más peligrosas para cruzar?, ¿por qué?, ¿se necesita para disminuir los peligros?, ¿qué podemos hacer para prevenir accidentes?

Segundo ciclo: ¿si tuvieras $ 300.000 pesos para gastar en obras necesarias para tu barrio, qué harías primero? a) mejorar los juegos de la plaza; b) pintar escuelas; c) comprar medicamentos para la salita de salud de tu barrio.
¿cuáles son los problemas más importantes para la comunidad? Confeccioná una lista de prioridades y proponé soluciones de mejoras.

Tercer ciclo: ¿cuáles son los bienes o servicios necesarios para mejorar la vida de las personas?, ¿qué beneficios tienen para la población en general?, ¿qué hacer para que todas las personas tengan acceso a los mismos?

Nivel Medio: Una chica de 12 años coloca fotos con poses provocativas en la Web, se justifica diciendo que si no lo hace se quedará sin amigas.
Un joven de 14 años expresa que toma una pastilla en el boliche para animarse a hablar con chicas.
¿Qué te parece que le ocurre a estos chicos?, ¿crees que necesitan ayuda?, ¿qué harías para resolver estas situaciones?

El partir de situaciones cercanas a la vida de los alumnos permitiría el despliegue del pensamiento y el enriquecimiento de la reflexión, esto hará que puedan incluirse paulatinamente propuestas más complejas atendiendo a la dimensión particular y la dimensión comunitaria, estimulando la inteligencia, la razón, la voluntad y el despliegue de sentimientos en los alumnos, comprometiéndolos a una participación responsable y ciudadana.La formación cívica y ciudadana se construye a partir del discernimiento, la toma de conciencia de las consecuencias de las acciones y posiciones, afrontando los conflictos en los juicios y estableciendo acuerdos en las decisiones en pos de lograr mejorar los efectos de la conducta. Los efectos de la educación influyen en la constitución de la personalidad y colabora en la conformación de valores, supone construcción de la moral práctica e intelectual, en un marco de regulación pautado por la cultura.Es decir, la participación social responsable requiere conocer las normas y los beneficios de las mismas, cuando aquellas formas de regulación de los comportamientos resulten insuficientes o inadecuadas para algunos contextos será necesario habilitar espacios de debate y reflexión para establecer nuevos caminos de encuentro en pos de la afirmación de derechos y la construcción de un horizonte más justo, lo importante es mantener la dignidad personal y el reconocimiento recíproco en relación con otros.Las familias son las más afectadas en la revisión de las normas de educación que brindan a sus hijos, la vida social de los mismos es la más fluida y mantener códigos de otras generaciones no colabora con la construcción de valores democráticos. Entonces aceptar la existencia del conflicto permitirá analizar las condiciones de vida, desde ahí profundizar el compromiso por la búsqueda de consenso generando el encuentro de distintas personas –ciudadanos – en el proceso de construir nuevas normas que regulen el equilibrio entre derechos y deberes y conformando conciencia moral y social.Para ir finalizando, podemos compartir un cita de Eroles (2002:23)(2) quién refiriéndose a la definición de Pedro Demo y Aranha Oliveira expresa que "definen ciudadanía como la competencia para construir el desarrollo humano sostenible, que surge de los siguientes elementos:a) la capacidad de comprender críticamente la realidadb) intervenir de manera alternativa, a partir de esta conciencia críticac) asumirse como sujeto histórico y participar activamented) promover la capacidad organizativa de la comunidad, potenciando además la competencia innovadora".Las propuestas de análisis de situaciones como las ya señaladas permiten estimular los elementos definidos en la cita, y favorecen la concepción sobre lo que debe ser preocupación para el ejercicio de la política ciudadana, aquella que se ocupa de las necesidades de la población para mejorar su calidad de vida. La revisión de esas necesidades y la prioridad en la satisfacción de las mismas ayuda a aprender a elegir. Tal vez esto sea el puente entre la escuela y la familia, siendo el seno familiar donde deban debatirse las propuestas de políticas partidarias tratando de ubicar cuáles verdaderamente buscan la construcción de ciudadanía y las que generan exclusión por diferencias.
Mabel Del Giúdice*
*Mabel Del Giúdice. Licenciada en Psicopedagogía. Magister en Psicología Educacional. Directora del Departamento de Psicología y Ciencias Pedagógicas de la Universidad CAECE.

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