LA HONESTIDAD

miércoles, 28 de abril de 2010

LIMITES A LOS HIJOS

sábado, 10 de abril de 2010

No les ponen límites a sus hijos porque temen que no los quieran"

Sylvia London dice que los padres deben tomar las riendas para guiar a los chicos. La experta mexicana, magister en Psicología, llegó a Tucumán para dictar un taller sobre las terapias posmodernas.


ADVERTENCIA. London afirma que en internet hay tantos peligros como en la calle para los niños y jóvenes.
Un signo de pregunta es quizás la imagen que más la apasiona para describir su trabajo. Precisamente porque es la pregunta su herramienta principal para moverse a tientas y con curiosidad a lo largo de las terapias. A la magister en Psicología Sylvia London, de México, le gustan los cuestionamientos de muchas formas y colores. Los usa para todo: para expresar sus ideas, para reflexionar y para descubrir lo que enfrenta. Y aunque muchas veces el cuestionario aparezca vacío, ella encontrará muchas respuestas.
London es cofundadora, docente y supervisora de Grupo Campos Elíseos, de México. Por estos días visita nuestra provincia dictando un taller sobre las llamadas "terapias posmodernas". La última parte se dictará hoy desde las 8.30, en el Hotel Tucumán Center (25 de Mayo 230). La especialista es docente del Houston Galveston Institute y del Taos Institute; ha sido pionera en la introducción y definición de las ideas colaborativas y posmodernas en la cultura mexicana y en el ámbito de la psicoterapia y educación en ese país.
"La mejor pregunta no siempre es planificada, surge de la conversación y de la curiosidad", reflexiona; ella misma convierte los cuestionarios de la entrevista en la plataforma de una amena conversación. "Lo importante de la pregunta no es que la persona conteste, sino que eso le ayude a pensar en cosas que no había pensado. La pregunta siempre genera una oportunidad para el diálogo", detalla. London, que tiene una experiencia de 25 años como terapeuta, deja entrever la conceptualización que maneja de la psicoterapia como una "colaboración entre clientes y terapeutas". Pero no suena como un negocio, sino como un trueque por medio del cual la persona que tiene problemas puede conseguir sus propias herramientas para solucionarlos, a partir de las oportunidades que genera el profesional.

Las redes sociales
De los cambios ocurridos durante la posmodernidad, lo que más le alarma a la especialista es el impacto de las redes sociales en internet. "Tal vez porque todavía debatimos y no sabemos bien cómo enfrentar el fenómeno", admite. "Los chicos tienen acceso a muchas cosas y los padres no saben cómo relacionarse con ellos a través de la tecnología y cuáles son las nuevas formas de comunicación. Lo grave es que no se dan cuenta de que la pantalla es un acceso libre al mundo. Los padres están muy perdidos; no tienen muy claro qué hacer y cómo regularlo", sostiene. Luego hace una comparación entre la calle e internet. "En los dos ámbitos hay peligros. Actualmente hay posiciones muy alarmistas y otras muy permisivas. Yo diría que al igual que cuando un hijo sale a la calle hay que supervisarlos constantemente durante sus incursiones en internet. Para eso están los historiales de las máquinas y es muy fácil revisarlos", propone.
Con preocupación, London habla de lo que para ella es la mayor crisis de las sociedades posmodernas: las relaciones entre padres e hijos. "En las diferentes terapias vemos que los padres deben tomar las riendas, quitárselas a los adolescentes. Observamos que les tienen miedo a sus hijos porque temen que no los quieran y por eso no les ponen límites", describe.
Al ser consultada sobre el concepto de las terapias posmodernas, explica que estas surgieron hace 25 años como una alternativa a la rigidez de las terapias tradicionales. "Se ve a la terapia como una oportunidad para dialogar y resolver problemas. Las soluciones pueden ser distintas o mejores a las de la terapia tradicional. Se basan en que la conversación genera ideas que no existían antes y, entonces, el terapeuta y el cliente se convierten en socios y juntos generan ideas para hallar una solución", dice.
"Las terapias posmodernas ofrecen una opción menos normativa y más libre. Se trata de una terapia más breve y amigable que la tradicional. En vez de buscar el diagnóstico de una patología, la terapia posmoderna se centra en la búsqueda de fortalezas para resolver problemas. Es una relación menos jerárquica entre el terapeuta y su cliente, más optimista y más breve", concluye.
POR INES ORIO DE DIARIO "LA GACETA DE TUCUMAN "